“Ya se ha hecho de día, pero la verdad es que me da igual. No me siento con fuerzas para levantarme hoy tampoco.
Tengo ocho llamadas perdidas de mi hermana. Entiendo que esté preocupada, pero no me apetece tener que contarle cómo me siento. No creo que entienda cómo me siento. Además, sé que me llama por obligación, para cumplir de alguna manera con la tarea de cuidar de mí. Supongo que en el fondo es un alivio para ella que no le coja el teléfono; hablar conmigo debe ser horrible para cualquiera.
EL ARTE DE VIVIR. Me pregunto qué significará esto. Hace días que veo este post it pegado medio torcido en el espejo del baño. Ni siquiera sé cómo ha llegado aquí. Vaya frase más irónica. Ahora pienso que lo único que quisiera sería acabar con todo de una vez…
Me gustaría dormir todo el día. Al principio dormía mucho; ahora me cuesta conciliar el sueño más de tres o cuatro horas seguidas.
También me gustaría acurrucarme en la cama y llorar todo el día, pero ni siquiera a estas alturas puedo. Es curioso que incluso el llanto se haya convertido en un lujo para mí.
EL ARTE DE VIVIR. No puedo quitarme esa estúpida frase de la cabeza. No comprendo qué significa. Aunque no es raro, ya no comprendo nada. Todo se ha vuelto oscuro. Mi vida no tiene sentido y sé que el futuro no será mejor.
Soy un desastre, siempre lo he sido. Por eso mi familia se aleja de mí. Por eso es mejor que no esté ni hable con nadie y que deje de ser una carga para todos. Ojalá pudiera llorar…
EL ARTE DE VIVIR. Vaya, ahora me acuerdo. Desde que estoy así siento que mi memoria funciona peor. Incluso mi atención es defectuosa. A veces pierdo la noción del tiempo y no sé ni el día que es. Escribí eso al principio de todo, cuando estaba triste y con poco ánimo para afrontar el día, pero por aquel entonces aún era capaz de hacer muchas cosas. Ahora no me apetece ni existir…
Pero sé que no siempre estuve así, aunque ahora todo me parece muy lejano. Fue en esa época cuando lo escribí. Es como si el YO del pasado, esa persona que un día fue feliz, me estuviera intentando decir algo, en este presente que es totalmente negro y vacío.
No consigo averiguar qué querría decir con esa frase. En ese momento me sería fácil escribir cosas así. Ahora su sentido se me escapa. Vivir es un arte; no lo sé. Para mí más que un arte se ha convertido en un infierno.
Pero es lo que merezco. No hay salida. Si por lo menos pudiera dormir. Si por lo menos pudiera llorar…”